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Territorio del Oso Andino

La conservación, conocimiento y uso de la biodiversidad en Colombia son actividades prioritarias en búsqueda del desarrollo sostenible del país. Es por esto que el desarrollo de investigación relevante es de gran importancia, con el objetivo de permitir un equilibrio entre la explotación y conservación de los recursos. La recopilación de información determinará y fortalecerá los lineamientos para la planificación de los territorios y las áreas de importancia para la conservación.

Con la Ley 99 de 1993 y la firma del Convenio de Diversidad Biológica en Colombia se fortaleció la regulación de la conservación y uso de la biodiversidad en el país. En este marco, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) desarrolla esfuerzos encaminados a la investigación sobre especies consideradas prioritarias para la conservación (Resolución 383 de 2010) presentes en el territorio, como es el Oso Andino (Tremarctos ornatus). El reconocimiento del estado poblacional de esta especie, de uso de su hábitat y del conflicto con las poblaciones humanas genera información relevante para asegurar la calidad ambiental en el territorio.

Los instrumentos que se generen para la divulgación, unificación de conceptos y el aporte de conocimientos adicionales sobre el tema deben ser considerados como elementos de primera mano para las comunidades que, en nuestro caso, se encaminan hacia la convivencia sostenible con la fauna silvestre por medio de la mediación en el conflicto existente.

Con la presente cartilla se busca divulgar información sobre el Oso Andino o de Anteojos, las características de la especie, el uso de hábitat, el conflicto hombre-oso y las posibilidades para la convivencia con esta especie. Adicionalmente se presenta el valor del Oso Andino como especie emblemática de la salud ambiental de los ecosistemas; la conservación del mismo está asociada a la calidad de recursos tan importantes como el agua, el aire y el suelo. La conservación del Oso Andino asegurará la conservación de muchas especies animales y vegetales, y la idea de un futuro mejor para las poblaciones humanas.

Alfred Ignacio Ballesteros Alarcón
Director General CAR

El Oso Andino

Es llamado también Oso Negro, Frontino, de Anteojos, Real, Piñuelero, Ucumari, Manaba, Congo, Careto, Enjaquimado o de las Nubes, Manaba (Tunebo), Wuii (Embera-Katio). En la comunidad científica es conocido como Tremarctos ornatus, que significa “El Gran Oso Decorado”.

Distribución
El Oso Andino es la única especie de osos verdaderos (perteneciente a la familia Úrsidos) que hace presencia en Suramérica; se encuentra a lo largo de la cordillera de los Andes, desde Mérida en Venezuela, pasando por Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, y posiblemente en el norte de Argentina.

En Colombia hay presencia en las tres cordilleras y presenta variaciones poblacionales en la distribución a lo largo de las mismas.

En la jurisdicción de la CAR

El área de la jurisdicción de la CAR abarca una extensión aproximada de 18.681 km2, de los cuales solo el 12% corresponde a ecosistemas naturales. Lo que señala las grandes transformaciones de los ecosistemas en la región; y su consecuencia en las poblaciones es evidente. La distribución del Oso Andino ha quedado reducida a los complejos de páramos de Chingaza, Sumapaz y los municipios aledaños, así como en las cadenas montañosas de los municipios de Guatavita, Machetá y Manta, principalmente.

Los antepasados del oso caminaron por bosques y páramos antes de la llegada de los españoles. Para los Muiscas, comunidad indígena que habitó estos parajes, el Oso Andino fue considerado como un ser mítico que mediaba entre el mundo inferior y el cielo. No es de extrañar que se encuentren evidencias y señales de su paso por sectores como el Cerro de la Vieja, el Pantano de Martos, el Páramo de San Isidro, El Gabillo, El Retiro y La Cascada, Laguna Seca y el Hoyo Runcho, entre otros sitios de los municipios de Guatavita, Machetá, Gachetá o Guayatá, donde este animal sigue siendo parte del destino y la cultura del hombre.

Características

El Oso Andino es uno de los mamíferos silvestres más corpulentos y representativos de la región andina. Para su supervivencia necesita de un área extensa y la persistencia de su hábitat natural, que incluye los páramos y montañas nubladas, por eso se le conoce como el SEÑOR DE LAS NUBES.

El naturalista francés Cuvier, en 1825 lo describió como un oso de tamaño mediano, con una coloración café a negruzca o negra uniforme, con líneas blancas o crema que se extienden alrededor de los ojos y la nariz, bajando por las mejillas. El pelo es largo y espeso, normalmente con manchas amarillentas en el rostro y pecho, pero algunos no las tienen y son todos negros; las manchas blanco-amarillentas alrededor de los ojos dan la impresión de unas gafas. Las manchas propias de cada animal son como una huella digital que permite la identificación de cada individuo.

Las patas traseras son más pequeñas que las patas delanteras. Las huellas dejadas por las patas traseras se parecen a las de los seres humanos.

Tiene excelentes sentidos del oído y el olfato, que contrasta con su limitada visión; sus ojos son pequeños.

Los machos, cuando son adultos, pueden medir de 1 a 2 metros parados sobre sus dos patas; pesan entre 140 a 175 kilogramos. Las hembras adultas son más pequeñas, dos tercios del tamaño de un macho, y con un peso entre 60 y 85 kg. Por esta diferencia de peso y tamaño se ha creído que son dos especies.

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Tomado de La Car